Un fármaco desarrollado en Chile podría cambiar el panorama del tratamiento de la obesidad: menos náuseas, menos vómitos, y sin perder masa muscular. Presentado el 29 de septiembre de 2025, el compuesto creado por Thani Biotechnologies, spin-off de la Pontificia Universidad Católica de Chile y liderado por el doctor Carlos Fardella, ofrece una alternativa prometedora al Ozempic, con una ventaja clave: casi no causa malestar gastrointestinal. El medicamento, administrado por vía oral y con una dosis semanal, no solo reduce peso, sino que también mejora el azúcar en sangre y, sorprendentemente, aumenta la masa muscular. Aquí está lo que cambia todo.
Un mecanismo distinto, resultados distintos
Mientras que Ozempic, producido por Novo Nordisk, actúa como agonista de GLP-1 —reduciendo el apetito al ralentizar el vaciamiento gástrico y actuando en el hipotálamo—, el fármaco chileno bloquea la enzima 11β-HSD1. Este mecanismo, hasta ahora poco explorado en terapias antiobesidad, no solo evita los efectos secundarios clásicos de los fármacos GLP-1 (náuseas, vómitos, estreñimiento), sino que también protege el músculo. Según datos publicados por T13.cl el 29 de septiembre, los estudios preclínicos en animales mostraron una pérdida de peso corporal del 20%, una reducción del 40% en grasa visceral y del 34% en grasa subcutánea. Todo sin sacrificar masa muscular. Al contrario: algunos modelos mostraron incluso un ligero aumento."El problema de muchos tratamientos es que al bajar el apetito, también dejas de nutrirte bien. Nuestro fármaco es selectivo", explicó el doctor Mauricio García, académico de Química y Farmacia de la Pontificia Universidad Católica de Chile. "Además, reduce el azúcar en sangre en un 20%. No es solo para bajar de peso: es una solución para el síndrome metabólico". Eso lo convierte en una herramienta dual: antiobesidad y antidiabética, sin los efectos secundarios que hacen que muchos pacientes abandonen el tratamiento.
Patente en EE.UU. y ventajas prácticas
El 29 de septiembre, T13.cl confirmó que Thani Biotechnologies obtuvo la patente de invención en Estados Unidos, un paso crítico para su expansión global. Pero lo que realmente llama la atención es la logística: el fármaco se toma por vía oral, no inyectable. Eso significa menor dolor, menor estigma, y una mayor adherencia. En Chile, su fabricación es hasta un 40% más económica que la de la semaglutida, según Pudahuel.cl. En un mundo donde los medicamentos para la obesidad generan más de $100,000 millones al año, ese ahorro podría ser clave para países de ingresos medios.Comparado con el Ozempic —que según Mediquo.com logra una pérdida de peso promedio del 14%— o la tirzepatida (Mounjaro/Zepbound), que alcanza el 19-20%, el fármaco chileno iguala la eficacia sin el costo humano. "Todos los fármacos GLP-1 comparten los mismos efectos gastrointestinales", señala el análisis de Mediquo.com. "Los pacientes los toleran, pero muchos los abandonan". Aquí, en cambio, no hay esa barrera. El doctor Fardella lo resume: "No se trata de hacer perder peso a cualquier costo. Se trata de hacerlo bien".
Un impacto más allá de la grasa
Lo más inesperado no es la pérdida de peso, sino lo que el fármaco podría hacer por el cerebro. La investigación de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile sugiere que la inhibición de la enzima 11β-HSD1 —que regula el cortisol en tejidos periféricos— podría tener efectos neuroprotectores. "Hay indicios claros de que este mecanismo podría mejorar trastornos cognitivos, incluso en etapas tempranas de Alzheimer", reveló un comunicado interno de la facultad. Si se confirma en humanos, esto no sería solo un medicamento para la obesidad, sino una herramienta para la salud cerebral.El contexto es alarmante: según el Atlas de la Obesidad Mundial, para 2030 el 50% de la población mundial tendrá sobrepeso u obesidad. En Chile, ya supera el 70%. Y los tratamientos actuales, aunque efectivos, son incómodos. Muchos pacientes los dejan por náuseas. Otros, por miedo a perder músculo. El fármaco chileno ataca ambos problemas de raíz.
¿Qué sigue?
Thani Biotechnologies ya ha iniciado los preparativos para los ensayos clínicos en humanos, con el apoyo del Ministerio de Ciencia y del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDECYT). Se espera que los primeros estudios en voluntarios comiencen en mayo de 2026. Si los resultados se mantienen, podría estar disponible en Chile y Latinoamérica antes de 2028. Europa y EE.UU. seguirían poco después, si la FDA acelera su revisión por vía de "breakthrough therapy designation" —algo que ya se ha solicitado.El doctor Fardella, que combina su rol de académico con el de CEO de la startup, representa un modelo cada vez más común: la investigación universitaria que no se queda en el laboratorio, sino que llega directamente al paciente. "Esto no es un sueño. Es ciencia aplicada. Y es chilena", dijo en una entrevista reciente.
¿Por qué esto importa?
Porque la obesidad no es solo un problema estético. Es una epidemia que aumenta el riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas, cáncer y muerte prematura. Los fármacos actuales funcionan, pero con un precio alto: malestar constante, pérdida de músculo, y un costo que muchos no pueden pagar. Este fármaco no solo ofrece una alternativa más tolerable, sino una más justa. Y lo hizo sin grandes presupuestos de multinacionales. Solo con ciencia, paciencia y una universidad que apostó por su gente.Frequently Asked Questions
¿Cómo se compara la eficacia del fármaco chileno con Ozempic y Mounjaro?
Los estudios preclínicos muestran que el fármaco chileno logra una pérdida de peso del 20%, similar a la tirzepatida (Mounjaro/Zepbound) y superior a la semaglutida (Ozempic), que promedia un 14%. Pero a diferencia de ambos, no causa náuseas ni vómitos. Además, aumenta la masa muscular, algo que los fármacos GLP-1 no hacen.
¿Por qué es importante que sea oral y no inyectable?
La inyección semanal de Ozempic es una barrera psicológica y práctica para muchos pacientes. El fármaco chileno, en pastilla, mejora la adherencia, reduce el miedo al pinchazo y facilita su uso en entornos rurales o con poca infraestructura médica. Esto podría ampliar su acceso a millones que hoy no lo toman por incomodidad.
¿Qué efectos secundarios tiene el fármaco chileno?
Hasta ahora, en estudios animales, no se han reportado efectos gastrointestinales significativos. Los únicos hallazgos fueron ligeros cambios en enzimas hepáticas, sin consecuencias clínicas. En humanos, los efectos aún se desconocen, pero los investigadores confían en que será mucho más tolerable que los GLP-1.
¿Cuándo estará disponible en Chile?
Los ensayos clínicos en humanos comenzarán en mayo de 2026. Si los resultados son positivos, se espera una aprobación regulatoria en Chile antes de finales de 2027. La disponibilidad en farmacias podría darse en 2028, con precios hasta un 40% más bajos que Ozempic.
¿Este fármaco puede ayudar a personas con Alzheimer?
La investigación preliminar sugiere que inhibir la enzima 11β-HSD1 podría reducir los niveles de cortisol en el cerebro, lo que está vinculado a la neurodegeneración. Aunque no es un tratamiento para Alzheimer, podría retrasar su progresión en etapas tempranas. Se necesitan estudios específicos, pero el hallazgo abre una nueva vía terapéutica.
¿Por qué Thani Biotechnologies logró esto y no las grandes farmacéuticas?
Las grandes empresas se enfocan en replicar y patentar versiones mejoradas de fármacos existentes. Thani, como spin-off universitaria, pudo explorar un mecanismo poco investigado (11β-HSD1) sin presión de mercado inmediato. Su modelo es más lento, pero más innovador: ciencia pura, sin intereses de venta rápida.
