Seguridad vial: cómo conducir con seguridad en Chile
Conducir en nuestras calles puede ser un reto, pero con hábitos simples puedes reducir mucho el riesgo de accidentes. En este artículo encontrarás trucos fáciles que cualquier conductor chileno puede aplicar hoy mismo.
Respeta los límites y mantén distancia
El primer paso para una conducción segura es respetar la velocidad indicada. Muchos choferes subestiman la importancia de la distancia de seguridad; sin ella, cualquier frenada brusca puede terminar en choque. Mantén al menos dos segundos de separación del vehículo de adelante y aumenta esa distancia en lluvia o cuando la ruta está mojada.
Uso correcto de luces y dispositivos
En carreteras con poca visibilidad, enciende siempre las luces bajas, aunque sea de día. Las luces altas deben usarse solo cuando no haya tráfico en sentido contrario, porque pueden deslumbrar a otros conductores. Además, evita el uso del móvil mientras manejas; si necesitas atender una llamada, detente en un lugar seguro.
Otro detalle que suele pasar desapercibido es el estado de los neumáticos. Revisa la presión al menos una vez al mes y comprueba que la banda de rodadura tenga al menos 1,6 mm. Un neumático en mal estado duplica la distancia de frenado, sobre todo en superficies mojadas.
Los cinturones de seguridad no son opcionales. Todos los ocupantes, tanto de los asientos delanteros como traseros, deben llevarlos puestos desde el arranque del motor. En caso de accidente, el cinturón reduce la probabilidad de lesiones graves en más del 50 %.
Si vas a transportar niños, utiliza siempre sillas de seguridad homologadas y montadas correctamente. La normativa chilena exige que los menores de 4 años viajen en sillas orientadas hacia atrás. No hacerlo puede costarles la vida en una colisión frontal.
Los peatones y ciclistas también forman parte del ecosistema vial. Reduce la velocidad al cruzar zonas escolares o avenidas con ciclovías. Señala siempre antes de girar y mantén una mirada constante para anticipar sus movimientos.
En carreteras rurales, la visibilidad de la señalización puede ser menor. Usa el espejo retrovisor para revisar constantemente las vías laterales y estar atento a animales que cruzan la carretera, especialmente al amanecer y al atardecer.
Finalmente, mantén la calma. El estrés al volante aumenta la probabilidad de errores. Si sientes que estás perdiendo la paciencia, detente en una zona de descanso, respira hondo y retoma el camino cuando te sientas más tranquilo.
Aplicar estos hábitos no solo protege tu vida, sino también la de los que comparten la vía contigo. La seguridad vial depende de cada conductor; con pequeños ajustes, todos podemos hacer nuestras carreteras más seguras.