Sismos en Chile: información esencial y medidas de seguridad
Chile se encuentra en una de las zonas sísmicas más activas del planeta. Cada año se registran cientos de temblores, pero solo algunos generan daños importantes. Saber qué es un sismo, cómo se mide y qué hacer antes, durante y después te ayuda a reducir riesgos y a reaccionar con calma.
¿Cómo se clasifican los sismos?
Los científicos utilizan la escala de Richter para medir la magnitud, que va de 0 a 10. Un sismo de magnitud 4 se siente como una vibración ligera, mientras que uno de 7 o más puede causar colapso de edificios. Además, la profundidad del epicentro influye: los temblores superficiales suelen ser más destructivos.
Preparación práctica para enfrentar un temblor
Antes de que ocurra cualquier sismo, revisa tu vivienda: asegura muebles pesados, coloca objetos frágiles en estantes bajos y verifica que los elementos estructurales estén en buen estado. Ten a mano un kit de emergencia con agua, alimentos no perecibles, linterna, pilas y un botiquín básico. Practica el protocolo “Agacharse, cubrirse y agarrarse” con todos los miembros de la casa.
Durante el temblor, busca refugio bajo una mesa robusta o contra una pared interior. Aléjate de ventanas, vidrios y objetos que puedan caer. Si estás al aire libre, mantente alejado de edificios, postes eléctricos y puentes. Mantén la calma, habla en voz baja y protege la cabeza con los brazos.
Una vez que el sismo termina, evalúa daños inmediatos. Revisa si hay fugas de gas, cables eléctricos sueltos o grietas peligrosas. Si percibes olor a gas o escuchas crujidos extraños, cierra la válvula de gas y llama a los servicios de emergencia. No uses el ascensor y, si es necesario, evacúa siguiendo las rutas señalizadas.La información es tu mejor aliada. Suscríbete a las alertas sísmicas del Centro Sismológico Nacional y descarga aplicaciones móviles que envían notificaciones en tiempo real. Mantente al tanto de los boletines oficiales y evita difundir rumores no verificados.
Recuerda que la preparación no es un gasto, sino una inversión en tu seguridad y la de tu familia. Con pequeñas acciones cotidianas puedes enfrentar los sismos con mayor confianza y reducir el impacto de estos fenómenos naturales en tu vida.