Un Cambio en la Tradición Electoral
En un giro en la normativa que ha regido las jornadas electorales durante décadas, ya no se aplicará la 'Ley Seca' en los comicios que tendrán lugar el 26 y 27 de octubre de 2024. Esta medida, que por más de 30 años ha prohibido la venta y consumo de bebidas alcohólicas durante eventos democráticos, ha sido oficialmente eliminada. El anuncio fue hecho por el Presidente del Consejo Directivo del Servicio Electoral (Servel), Andrés Tagle, quien indicó que esta modificación es parte de la normativa N°21.693, marcando un importante cambio en las regulaciones electorales del país.
La Historia de la 'Ley Seca'
La implementación de la 'Ley Seca' se remonta a 1988, un periodo significativo en la historia política de Chile. Fue concebida para garantizar la seguridad, la tranquilidad y la integridad del proceso electoral, asegurando que los votantes se presentaran en las urnas en plena posesión de sus facultades. La ley vedaba la venta de alcohol en los establecimientos comerciales desde las cinco de la mañana hasta dos horas después del cierre de los centros de votación, generalmente a las ocho de la noche.
Esta política buscaba promover un ambiente más controlado y serio durante las elecciones, un momento crítico en el que el futuro de la nación está en juego. Sin embargo, las críticas también acompañaron esta restricción. Para muchos ciudadanos, la prohibición fue vista como innecesariamente restrictiva, argumentando que la mayoría de los votantes estaban más que capacitados para ejercer su derecho cívico sin necesidad de estas restricciones.
La Decisión del Cambio
La decisión de levantar la 'Ley Seca' no se tomó a la ligera. Fue el resultado de un extenso proceso de revisión por parte de las autoridades competentes, incluyendo consultas con diversos actores sociales y políticos. Según Andrés Tagle, el fin de esta ley refleja un paso hacia la modernización de los procesos electorales, alineándose con cambios culturales y políticos que el país ha experimentado en las últimas décadas.
La modificación sugiere una mayor confianza de las autoridades en la madurez cívica del electorado chileno, capaz de participar en un proceso electoral sin la necesidad de esta restricción histórica. Es importante destacar que este cambio se inscribe en una lógica de apertura y adaptación del sistema electoral a las nuevas realidades sociales del país.
Implicaciones de la Nueva Normativa
Con la normativa N°21.693, restaurantes, supermercados y otros establecimientos podrán vender bebidas alcohólicas durante todo el período de votación, algo que antes era impensable. Este cambio también es un reconocimiento de la importancia de la libertad individual y el respeto por las decisiones personales dentro del marco legal. Sin embargo, se espera que este cambio normativo sea recibido con responsabilidad tanto por parte de la población como de los comerciantes.
Las autoridades han hecho un llamado a la ciudadanía y a los operadores del negocio de alcohol para que actúen de manera responsable, entendiendo que los días de elecciones siguen siendo momentos de gran relevancia cívica y política. Pero con este cambio, se negara un argumento utilizado por algunos para evadir responsabilidades cívicas, reforzando la idea de que el voto es no solo un derecho sino una obligación democrática.
Una Mirada hacia el Futuro
En la medida que avanza el tiempo, la eliminación de la 'Ley Seca' podría ser considerada solo uno de los muchos ajustes necesarios para modernizar y hacer las elecciones más accesibles y acordes con los tiempos. Si bien para algunos este cambio puede parecer menor, representa un paso simbólico hacia la actualización del centro electoral chileno, mostrando una evolución en las actitudes respecto del control gubernamental y la confianza en la autonomía del individuo.
El futuro de las votaciones en Chile puede que implique más cambios de este tipo, dirigidos a fomentar una mayor participación y una mejor comprensión de los derechos y responsabilidades de cada votante. Así, el 26 y 27 de octubre, se dará no solo un ejercicio democrático en las urnas, sino también un ejercicio de madurez y responsabilidad de un pueblo que valora tanto sus tradiciones como su progreso.